Fotografia propia
Una vez recibí una maldición de desamor, un dedo acusador me señalo y me dijo en voz alta «nunca mas nadie te va a volver a amar como yo te ame» Nunca pensé que eso se haría realidad pero el tiempo fue pasando al igual que las relaciones, que llegaban y se iban, entonces decidí que si una maldición me acechaba la única manera de pararla seria aceptarla, y cuando la noche cayo algo paso, el amor que lejos estaba y la soledad que era la única que me acompañaba me enfrentaron al espejo circular ahí se contenía mi cuerpo entero, me vi a mi misma y observe en la profundidad de mis ojos que si me iba a morir en soledad entonces la única persona que me podría acompañar era aquella que me miraba fijo en el espejo, y me di cuenta en forma de revelación que quien podía amarme y sobretodo en aquel momento, es quien permanecía en mi aun en mi propia soledad, y que esa persona era la que el espejo me devolvía a partir de ahi, no volví a sentir la sombra de ninguna maldición, y los destellos del amor…los destellos brotan de mi como mariposas cuando el espejo los refleja.